viernes, 30 de marzo de 2012

salva opina


Cuando los necios desprecian una huelga general.

El gobierno dice que no piensa cambiar nada de la Reforma que nos ha impuesto.
Personalmente me parece un actitud necia por su parte: ayer no pararon ni salieron a la calle los banqueros, ni los empresarios, ni los príncipes y duques, ni los curas (ellos tienen un trabajo seguro, según su propaganda de enganche)... Ayer paró la mayoría de este país y se manifestaron en las calles contra esa reforma más ciudadanos todavía.
Deberá reflexionar, y ser más receptivo a lo que la mayoría del país le está exigiendo para vivir un poco más dignamente... Si persisten provocarán nuevos paros y nuevas movilizaciones, sin duda.
El pueblo ha hablado. Si a pesar de ello erre que erre, pues, quizás no acabe su mandato, no porque los descamisados vayamos a hacer una revolución, todavía nos falta un grado de conciencia social mayor, sino porque su adorada Europa y su aliada EE.UU, el FMI, el Banco Central Europeo, sus colegas de Europa empezarán a desconfiar de la escasa capacidad de este hombre salido de la chistera del mago Ansar para solucionar los problemas que la crisis de los especuladores nos ha traído a los españoles y quizás decidan hacer como en Italia o en Grecia y acabemos gobernados por un puñado de tecnócratas no electos, algunos de los cuales estuvieron/tuvieron con un papel destacado en el origen de la crisis que hoy pretenden cargar sobre nosotros, el pueblo llano y sencillo. Al tiempo, se ve venir.

jueves, 15 de marzo de 2012

salva opina


La República más cerca.

Los monárquicos, los aristócratas de zarzuela y sainete andan seriamente preocupados por el futuro de las "cabezas coronadas". España cada día se levanta más republicana, más consciente de que mantener esa institución retrógrada y en las antípodas del derecho a la igualdad no tiene ningún sentido, ni hay razones jurídicas que la legitimen: ¡fue fruto de la voluntad de un dictador!, que quiso asegurar la continuidad de su obra, así como la protección de sus secuaces, familiares y beneficiados de la dictadura.
Ciertamente los tiempos no acompañaban a mantener en en sur de Europa una dictadura aunque al frente la misma estuviera un "rey"; nuestro vecino Portugal había hecho su revolución de los claveles, quedábamos solos como únicos fascistas... y sin duda éramos una mancha demasiado pringosa como para entrar en los salones de la Europa burguesa.
También es cierto que las fuerzas de izquierda y las minorías demócratas que bien desde la clandestinidad, bien desde el exilio, habían opuesto la resistencia que pudieron y sacrificaron a tantos de sus buenos militantes en aras a un país democrático cedieron ante los franquistas reconvertidos en demócratas de la noche a la mañana, ante un rey que se desdecía de sus juramentos de fidelidad al movimiento fascista que lo designó y cayeron en la trampa política conocida como la "transición". Tragaron políticamente y "legitimaron " lo que no era legitimable, abandonando la legalidad republicana que deberían haber defendido. La República Española les parecía demasiado progresista para encajar entre las actuales europeas... y cedieron
A partir de ahí la Europa conservadora y la reformista les abrió las puertas pero les puso la condición de "liquidar" la fuerza del partido comunista, el partido que más había luchado en todos los frentes contra la dictadura, el más fuerte y el mejor preparado... y vino una segunda transición dentro de la transición: ante la imposibilidad física de eliminarlo optaron por al debilitiar al PCE y a las fuerzas republicanas, reducirlos a la mínima expresión y la socialdemocracia europea (los marcos alemanes del tío Willy Brandt a montones) y la española se entregaron en alma y cuerpo a la operación y de esta forma hemos venido a desembarcar en el actual sistema de bipartidismo político inamovible que sufrimos y que mejor sirve a la monarquía.
Pero las crisis político-económica-social que padecemos han movido los cimientos de un edificio endeble y ha llevado a despertar las conciencias adormiladas de tanto aspirante a clase media que empiezan a darse cuenta que mañana muchos estarán parados, otros sin casa, bastantes sin porvenir... y así llevamos más 5 millones de parados abandonados a su suerte, una suerte sin futuro de mantenernos en el actual sistema.
Las gentes de este país empiezan a sentir y comprender que su mala situación social se debe por igual al capitalismo explotador/especulador, como a la monarquía que lo ampara como forma política.
Sí, amigos la monarquía ha sido el paraguas político junto con con sus dos brazos partidarios PP y PSOE, el mayor impedimento para corregir esta desventurada situación, para llegar a la libertad real, a la democracia económica. Solo un cambio de sistema basado en la legalidad republicana nos permitiría enderezar desde la justicia distributiva esta barbara situación. De ahí que hayan salido los defensores del status monárquico el País y el ABC, los "progres" y los "ultraconservadores" en defensa de la "realeza"
Sin duda, la Republica está llamando en nuestras puertas, solo nos falta un poco más de coraje para dejarla entrar en nuestras vidas y darle la patada definitiva al feudalismo neo-franquista impuesto como condición en la "transición" que supuestamente nos iba a llevar a la democracia y nos dejó en una dictablanda donde el bipartidismo político le asegura a su "señor rey" las prebendas de las que goza mientras más de 5 millones de españoles ni tienen trabajo ni pueden llegar a final de mes...¡Solo si tomamos el camino que nos abre hacia la República, la legalidad y la solidaridad, tendremos futuro!

martes, 13 de marzo de 2012

salva opina


Hacia la República

Salva Artacho
Bueno parece que los monárquicos andan seriamente preocupados, pues, tras la crisis política, social y económica que padecemos la mayoría de los españoles, somos cada vez más los que pensamos que el sistema monárquico tiene una parte importante de culpa de la actual situación. Los monárquicos muestran su preocupación porque su rey se les hace viejo, su imagen se deteriora porque su clara apuesta por la democracia ha quedado últimamente en entredicho por los documentos secretos que se van conociendo, su príncipe no cuenta con las simpatías que creía contar para suceder a su papá, y encima se complican con los escándalos de los duques advenizos aprovechados de su “escala social y familiar” para medrar...

La monarquía restaurada por la voluntad del mayor dictador de la historia de España ya no parece un valor seguro y sin embargo los beneficiados del sistema la necesitan, no se pueden permitir perderla. Por ello, primero la prensa “progre”, EL PAÍS, sale en un editorial en su defensa y justificación. ¡Asombro, estupor y sonrojo! Yo he sido un lector de ese periódico pero desde que murió el abuelo, al que Aznar quitó el pasaporte y pretendió enrejar, ha dado un giro hacia una forma de prensa que pretende más que informar guiar, en clara competencia con la prensa tradicional de derechas, la acción del gobierno de turno. Lo intentó con Zp hasta que lo vio perdido y hundido y apostó con el mayor descaro por Rajoy, del que pretende ser su gurú. Lo que no nos sorprende y era cuestión de tiempo, es que un periódico ultraconservador como ABC saliera también en defensa de la monarquía. Esta claro que la prensa de derechas no podía dejar de salir como contrapartida en defensa del rey y del sistema de desigualdad que conlleva. Picados entre ellos por el papel de defensa de la monarquía y por la influencia en el gobierno de turno. Eso explica esas las dos editoriales en tan poco tiempo...

Ante el fracaso del sistema político actual para sacarnos de la crisis somos muchos los que pensamos todos los días que la salida pasa por un cambio político del sistema, por una administración más reducida, por un control de esas partidas millonarias que se llevan y gastan las jerarquías del estado: la monarquía. ¿Que justifica que una familia ostente la titularidad del estado, con esos gastos escandalosos, cuando cada día más ciudadanos engrosan el paro o se ven desahuciados del hogar que estaban pagando con tanto sacrificio?

De un tiempo a esta parte, cada vez más, bastantes ciudadanos venimos utilizando expresiones como “salud y república”, “viva la república”, “no hay dos sin tres, a por la III República”... o sacamos la tricolor a las manifestaciones de cualquier índole política, sindical, humanitaria, o la colgamos en nuestras fachadas y balcones, o nos la colocamos en camisas y cazadoras en la forma de un pink, de un llavero.... La república como forma de estado distinta a la que tenemos es una idea política que se va abriendo paso día a día, pese a la oposición de los dos partidos mayoritarios en en todo lo relacionado con ella (es difícil de olvidar la furia descargada por el Sr. Bono con aquel viejo republicano que se “atrevió” a sacar nuestra bandera en sede parlamentaria), hay que ver con que gusto inclinan la cabeza ante los señores borbones “ellos”, o como doblan ligeramente la rodilla “ellas” ante los más genuinos representantes del sistema feudal en los inicios del siglo XXI. Y es que el trío “Monarquía-Bipartidismo Político-Especuladores” es hoy el mayor adversario al progreso que representa la República para todos los ciudadanos.

No hay nada más incompatible y opuesto con los principios de libertad, fraternidad y legalidad que la monarquía, por mucha envoltura y verborrea que se aplique en hacernos creer lo contrario. Quien no lo quiera ver es que se enriquece actualmente de forma dudosa o su incultura política le proporciona el placer por su papel de vasallo. Papel opuesto al de ciudadano que arranca con la gran revolución francesa, antes con la revolución norteamericana y después con el movimiento liberador de los libertadores en toda América Central y del Sur.
Aquí, en nuestra España, nos quedamos anclados en el pasado, nuestra burguesía nacional no tuvo valor para romper con el viejo orden, renunció al liberalismo, para mezclarse y emparentar con la aristocracia, para no molestar al Iglesia católica Romana, la fiel guardiana de las esencias más reaccionarias y conservadoras de la historia. Sólo el pueblo llano y trabajador, con un puñado de intelectuales desclasados tuvo el valor de enfrentarse a tanta ignominia y así vino la Iª República, y la IIª República, ambas sofocadas por la fuerza bruta de la reacción, de los eternos conservadores del estatus de la desigualdad.

Por eso cuando pensamos y reclamamos nuestra República nos sentimos inclinados a pensar en una República federal, progresista y en dirección al socialismo, con una democracia económica real. Es cierto que desde la propia derecha también empieza a surgir una idea de república aséptica, de libertades meramente formales, es decir de lo mismo que tenemos pero sin el borbón.

Trabajar por la República, incrementar la militancia por la república, recuperar su memoria como el estado legal del que se dotó el pueblo soberano y al que se puso fin de forma violenta, ese es nuestro objetivo, el de los militantes republicanos, los que trabajamos por recuperar la memoria histórica de nuestro sufrido pueblo. Ojalá las diversas fuerzas republicanas emergentes y lo poco de la Izquierda que queda, hagamos lo nuestro y coincidamos en que la República vale la pena, nos exijamos los mayores esfuerzos para conseguir la mayor democracia ciudadana posible a través del ejercicio de la libertad sin restricciones, de la extensión de la educación gratuita, pública y laica, por la cultura en toda su extensión y vigor, por el acceso a la ciencia y a la investigación al servicio de todos, por la justicia social, por reparto del trabajo y de sus beneficios,... En definitiva por el bienestar social de todos los ciudadanos. Sólo la República de los trabajadores de todas las clases nos puede ir acercando a ese mundo más armonioso y justo.

Salva Artacho ( Publicado ayer en "ecorepublicano.blogspot.com". ¡Gracias amigos republicanos!)

jueves, 8 de marzo de 2012

salva opina


Imitando a los chinos.

Llevo varios días abandonado este blog, quizás porque ando muy metido en FaceBook o porque hay tantas cosas que comentar que se me agolpan y apiñan en la cabeza y no consigo centrarme (¡ojo! centrarme en escribir no políticamente, eso jamás).
Estudie y ejercí muchos años de graduado social y las personas solían confiar en mi criterio como ajustado al derecho social del que en cierto modo disponíamos, el estatuto de los trabajadores, la ley sindical, etc. Hoy soy un jubilado por enfermedad, llevo varios años sin "trabajar", sin acudir al despacho, ni abrir el ordenador para dar una contestación a un requerimiento. Si lamentable es estar enfermo, no deja de serlo ver como tu profesión se ha ido vaciando de tal modo que si tuviera que ejercer estaría más que perdido. El estatuto de los trabajadores ha pasado, gracias a la cuadrilla que nos gobierna, al estatuto del empresario y el trabajador ha quedado completamente a merced de éstos y de los criterios que el juez de turno quiera aplicar.
Esto me lleva a entender, no a disculpar, el miedo que muchos trabajadores sienten ante las movilizaciones que tales recortes exigen, piensan que si están quietos, el "bueno" del patrón le seguirá abonando la miserable nómina con la que suelen pagar la relación laboral en que, por suerte, todavía se mantienen. Craso error. Nuestros empresarios a lo largo de la historia se distinguieron en relación a otros del entorno europeo, por ejemplo, como los más rapiñeros y mercantilistas y cuando ganan algo menos de lo que se imaginaron enseguida hablan de pérdidas y echan el cerrojo afectando a luchadores y conformistas. Rápidamente recogen su "capital" (lo que nos han ido robando) y a otra cosa mariposa. Ahí tenemos el ejemplo reciente del expatrón de patrones, hoy en los juzgados...
No termino de entender como una reforma que se dice para crear empleo, el constructor de la misma habla de que se producirán en el 2012 más de 600.000 despidos, o que la ministra de trabajo hable de que se está buscando el empleo de calidad y estable... ¿como se pueden soportar tales incongruencias?
Cada día alguna familia pierde su casa, previamente perdieron el empleo y agotaron las prestaciones de desempleo, ¿qué les queda por hacer? ¿resignarse?
Hace un día o dos el patrón de Mercadona daba a conocer sus buenos resultados económicos y la receta para superar la crisis: "imitar" a los chinos y "desincentivar" el desempleo (los trabajadores y trabajadoras de esa empresa saben lo que tienen que soportar diariamente mejor que nadie en tan "ejemplar" cadena...). Viendo su atrevimiento y su coraje mercantilista, además de parecerle bien la reforma cree, no obstante, que queda corta... según él. Uno se pregunta si tan "brillante" hombre de negocios debería ocupar la silla de Rajoy y éste irse al paro desincentivado, quizás saldríamos de tan mala situación o lo más seguro experimentaríamos la explotación china en todas sus variantes.