jueves, 15 de agosto de 2013

salva opina (15/08/13)




MILITANCIA REPUBLICANA.

Aquellos partidos que dicen en su ideario una cosa y cuando tienen el poder hacen lo contrario, tienden a perder la credibilidad política, la gente los abandona, pierden la ilusión y la confianza en ellos porque lo que ofrecen, los ciudadanos escarmentados ya saben que no lo harán y por ello va convirtiéndose en residuales hasta prácticamente desaparecer. Pongamos unos ejemplos de fuera y de dentro: el Partido Socialista Italiano que ha dado a lo largo de sus historia primeros ministros y presidentes a la República Italiana, hoy prácticamente no existe, o casos más cercanos como la UCD (primera reagrupación de ex-franquistas venidos a demócratas) o el caso del PCE, aunque su caso no se deba al mal gobierno ni al incumplimiento de promesas de gobierno, sino más bien a los bandazos ideológicos que ha ido dando, al desconcierto que le ha supuesto el derrumbe del antes conocido como  “bloque socialista” tras la caída del muro de Berlín y a su propia falta de coraje revolucionario o de defensa radical de la democracia, hoy desaparecido políticamente y sobreviviendo refugiado en las siglas de IU, sin mensaje y sin voz propia, conformado en dirigir y controlar una “multi-alianza” que ni despega lo que ellos persiguen ni termina por convencer, alianza que cada dia se fracciona más interiormente.
¿Y el PSOE? Éstos si que necesitan con urgencia un anti-Suresnes, que les devuelva al socialismo y al republicanismo histórico, a una política original y ofensiva frente a la actual fase del capitalismo global, a entender que se debe gobernar de acuerdo con los programas aprobados y presentados a los electores y no por la voluntad titubeante del “divino” líder de turno. Sus dirigentes ya no convencen y el mejor servicio que pueden hacer a las bases socialistas (sin duda quedan socialistas de base) es retirarse y dejar paso a gente que se crea lo del socialismo y sobre todo despedir a toda la cuadrilla dirigente enriquecida con la política (muchos jamás trabajaron por cuenta ajena, no saben lo que es ponerse un mono, ensuciarse las manos de grasa o acudir a una oficina donde un despótico jefe te putee, solo acostumbrados a dormir con el traje y la corbata puesta, y con tanta facilidad para caer en inimaginables corruptelas , pero sobre todo insensibles a la situación por la que está pasando el pueblo, solo con la explicación fácil de la culpa es de la crisis, sin denunciar a los autores de la misma, cuando fueron los primeros en negarla, solo una mera “coyuntura temporal” y además éramos el país europeo “mejor” situado para salir de la misma, viendo “brotes verdes” por todos los rincones de la península y de las ínsulas. Sin ideas, desmoralizados, aplicando las recetas que le dictaba el FM contra los trabajadores. Y no hablemos de los actuales gobernantes de la derecha dura y rancia, de los neo-franquistas, de los que la mentira es su bandera y los sobres en la cartera que les han sucedido en la gobernanza de nuestro país. Pero no quiero perder mi tiempo con los de la mentira y la camisa azul ahora ligeramente blanqueada.
Volviendo a lo que me interesa como republicano y demócrata: Un PCE y un PSOE republicanos, socialistas, (probablemente estoy pidiendo peras al olmo), federalistas, aliados o con buena y respetuosa relación con los Partidos Republicanos emergentes y reorganizados, fuertemente rearmados ideológicamente, fieles herederos de una tradición importante e histórica, radicales en sus planteamientos y profundamente democráticos. Sería la política que volvería a movilizar a los trabajadores y la ciudadanía progresista y radical en sus planteamientos para romper el viejo orden, el injusto e inoperante sistema político actual, parando con su acción a los neo-franquistas, además de finiquitar para siempre una institución tan anacrónica como la monarquía del borbón-franco.
Y que conste que no estoy hablando de ningún frente ni coalición, sino que cada uno defienda por su parte los principios republicanos, se organicen de acuerdo con ellos y lleguen a la ciudadanía con un mensaje claro, neto ampliamente demócrata, progresista, laico, social, federal... es decir republicano.
Los pueblos progresan cuando ponen por delante la defensa de los intereses generales sobre los particulares, y que mayor interés que la libertad, la igualdad y la fraternidad, además de una justicia igual para todos?
Salud y República.

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