jueves, 9 de octubre de 2014

salva opina



HUMANIDAD


Hoy es la fiesta "nacional" de la Comunidad Valenciana. Se celebra que el Reino de Aragón se anexiona otro reino, saquea y reparte la mejores tierras entre sus "caballeros", arrincona los derechos de los naturales sometidos... 
La historia de la humanidad es la historia de la violencia de los poderosos contra otros que pierden el papel de poderosos, de unos pueblos contra otros pueblos, de unas clases contra otras clases... Siempre el recurso a la violencia para imponer condiciones sobre los vencidos. ¿Es el ser humano violento por naturaleza? ¿No es posible otro tipo de humanidad, de relaciones entre los pueblos y sus habitantes? 

El nacionalismo se impone sobre el humanismo, el internacionalismo murió con el asesinato del político francés Jean Jaurès pocos días antes de la Iª Guerra Mundial. Las duras condiciones impuestas sobre la Alemania vencida, la crisis capitalista del 29, el revanchismo trajo el nazismo y la II guerra Mundial con sus terribles crímenes, genocidios, destrucción...
Europa siempre destruyéndose a sí misma cede la hegemonía al imperialismo yanqui, descubre que es mejor no matarse entre ellos, a cambio los imperialistas le dan cierta participación en sus ganancias y colaborará en matar y destruir a otros pueblos. La guerra "mundial se traslada a otros escenarios y desencadena la rabia y el odio de los vencidos que recurren a la religión, a una lectura intransigente y violenta, responden con el terrorismo asesino.
Pero ¿quién/quiénes originan y dan pie a ese resurgir del terrorismo criminal e indiscriminado?
La humanidad con su violencia y su carga de desigualdades se va autodestruyendo... ¿Qué futuro aguarda a nuestros hijos y nietos? 
Mientras tanto Africa muere por los virus, no sabemos si naturales o producidos por multinacionales que posteriormente sacarán las vacunas y sueros oportunos que redundarán en beneficios bursátiles inimaginables cuando salte el virus las fronteras y amenace a Occidente. Africa lleva 40 años muriendo de ébola y no ha pasado nada hasta que los países ricos se han visto amenazados. El miedo se transforma en millones de dólares, de libras de euros, de yenes, de rublos...
¡La humanidad... qué poco de humanidad!
Casi no me atrevo a terminar mi escrito de grito desesperado con mi frase habitual de Salud y República.

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