Como republicano y federalista no soy partidario de que ningún pueblo de los que forman parte del actual estado España se desgregue. La unidad nos hace más fuertes a todos, nos enriquece humana y culturalmente, además de incrementar nuestro peso y presencia internacional y con ello nuestras posibilidades de parar políticas que vienen del FMI o del seno de la Unión y que los gobiernos de la monarquía han aceptado sin rechistar y no mirando las nefastas consecuencias para la sociedad plurinacional "española".
Pero como demócrata radical entiendo que el derecho a decidir es tan inalienable como el derecho al sol y al aire para vivir. A nuestros hermanos catalanes les ampara el derecho internacional a decidir por mucho que estos partidos monárquicos se lo quieran negar.
El mal viene del gobierno de Zapatero que en su día se comprometió con el Tripartito a reconocer a la nación catalana dentro de un estado plurinacional, pero que vergonzosamente sucumbió ante las presiones de la derecha irracional que nos rodea y que llega a calar e impregnar a muchos de los que van de socialistas. Léase los vergonzosos papeles de los Bono, Guerra y demás vividores de la política.
Pero lo que más me duele es que hay compañeros republicanos, que se jactan de demócratas radicales, y hacen suyos argumentos tan impropios de su condición republicana y democrática, convirtiéndose en papagayos de la derecha.
Catalunya decide, y ojalá se quede con los otros pueblos del estado, pero su derecho a decidir es inalienable y absoluto en el mejor y más amplio de los sentidos.
SyR.
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