jueves, 19 de enero de 2017

Un republicano opina



Mi testimonio.

Hace 45 años tecleé en una máquina como ésta la "Cuatro Tesis de Mao", "El qué hacer de Lenin", El Manifiesto Comunista"... para luego imprimirlos-editarlos en la ciclostil y repartirlos entre los compañeros. Alimentábamos lo que creíamos que era nuestra ideología marxista-leninista... eran los tiempos de la dictadura y nos movíamos en la clandestinidad... Que fácilmente caí en dogmatismo... 

Más tarde conocí a los anarquistas y mi espíritu hasta ese momento cautivo de un izquierdismo dogmático, casi infantil, empezó a liberarse y echar a andar y a producir por sí mismo ideas y proyectos más asentados en la realidad a la que quería contribuir para su transformación en una sociedad de iguales y de hombres libres.
Pasé por la socialdemocracia española hasta que se hizo tan evidente su falso reformismo. Y vi, con estupefacción, que solo era la tabla de salvación y permanecía de los intereses de los de siempre, de los poderosos...Se trataba de una democracia tan trucada que no valía la pena darle el más mínimo esfuerzo. Desalentador...
Cuando descubrí la historia republicana de mi abuelo, fallecido en el exilio, como conocí a través de mi amigo Pepin las luchas y los esfuerzos de aquellos valientes andaluces, jornaleros, hombres sencillos pero dispuestos a todo por la sociedad de la libertad, entendí que ya tan mayor, superado el cáncer que me asaltó hace 8 años solo podía poner mi pensamiento, mi tiempo y los esfuerzos que pudiera reunir en la causa justa de la República. Desde entonces escribo, milito y hago todos los esfuerzos que puedo por tan justa causa: conquistar con otros ciudadanos la "República de los Trabajadores de todas las clases". A mí me vale la pena y nunca me he encontrado más satisfecho políticamente como haciendo lo que con mis limitaciones hago.
Salud y República.

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